Se plantea un concepto de urbanización abierta, donde no existan jardines privativos, pero en el que cada propietario, puede disfrutar de una zona ajardinada de carácter particular delante de las viviendas localizadas en planta baja. Siendo la comunidad la encargada del mantenimiento de esa zona ajardinada, consolidando la configuración y estado de conservación de la urbanización en el transcurso del tiempo, al tener los jardines un carácter comunal.

Viviendas de 3 y 4 dormitorios con amplias terrazas, con superficies construidas interiores desde 188 m2 hasta 208 m2 y terrazas de entono a 50 m2.

Se considera a la urbanización y los servicios que presta un incentivo tan importante como la propia vivienda en la comercialización del conjunto, apostándose por un paisajismo muy estudiado y minucioso, convertido en un valor añadido, que nos dé un carácter de exclusivo, “Habitar fuera de la vivienda, con un concepto de espacio más allá de la delimitación de la propia vivienda, extendiendo este concepto al conjunto de espacios exteriores que conforman la promoción”.